El próximo miércoles, 5 de junio, en el Auditorio Municipal (Areal esquina Oporto) a las 20:00 h. el P. Miguel Lamet, s.I. viene a presentarnos su reciente libro “Azul y Rojo”, título que define gráficamente la vida y obra del jesuita Padre José María de Llanos: azul de Falange y derecha, primero, y rojo de Comunismo e izquierda, después. Una aventura siempre arriesgada y en las fronteras de un jesuita antiguo y moderno, terriblemente actual.
El hoy Papa emérito
Benedicto XVI, en un importante discurso a la Congregación General de los
jesuitas, el 21 de febrero de 2008, les decía: “La Iglesia necesita
con urgencia personas de fe sólida y profunda, de cultura seria y de auténtica
sensibilidad humana y social; necesita religiosos que dediquen su vida a
permanecer en ‘las fronteras’.El hoy Papa emérito
Benedicto XVI, en un importante discurso a la Congregación General de los
jesuitas, el 21 de febrero de 2008, les decía: “La Iglesia necesita
con urgencia personas de fe sólida y profunda, de cultura seria y de auténtica
sensibilidad humana y social; necesita religiosos que dediquen su vida a
permanecer en ‘las fronteras’.El hoy Papa emérito
Benedicto XVI, en un importante discurso a la Congregación General de los
jesuitas, el 21 de febrero de 2008, les decía: “La Iglesia necesita
con urgencia personas de fe sólida y profunda, de cultura seria y de auténtica
sensibilidad humana y social; necesita religiosos que dediquen su vida a
permanecer en ‘las fronteras’.A ello debe dedicarse, pues, la
Compañía de Jesús, fiel a su mejor tradición; ya que la tarea de la
colaboración y del diálogo con contextos sociales y culturales muy diversos y
con las mentalidades diferentes del mundo actual se revela como una de las más
necesarias, aunque muy difíciles y laboriosas.”
El P. Llanos, muchos años antes, había
cumplido de manera perfecta esta misión. Yendo, además, desde una frontera
hasta la opuesta. Nacido en 1906, en la burguesa calle de Serrano, y tras
ingresar en la compañía de Jesús, y ser ordenado sacerdote en 1936, ejerce su
ministerio, con gran pasión, prestigio y éxito, en la derecha en la que ha
nacido. Muy involucrado en el régimen franquista, en 1943 intervino en la
organización de los Cursillos de Cristiandad, y se le encargó desarrollar su
labor doctrinal en los ambientes estudiantiles próximos a Falange Española.
En 1946 fue
nombrado capellán del Frente de Juventudes y subdirector de
la Congregación Universitaria de Madrid. Su afinidad con el régimen franquista
y su reconocimiento por parte de éste llegó hasta el punto de que se le encargó
impartir unos ejercicios espirituales al
propio Francisco Franco, cosa que hizo.
A mitad de la década de los 50, el régimen franquista temió la
posibilidad, auspiciada por el Partido Comunista de España (PCE), de
que la creciente oposición estudiantil se aliase con el movimiento obrero; por ello encargó a
Llanos que iniciase su labor apostólica en los barrios obreros más deprimidos
del sur de Madrid,
con la idea de debilitar esa posible alianza. Llanos inició su actividad
el 24 de diciembre de 1955 en el
conocido suburbio de “El Pozo del Tío Raimundo”.
Al poco tiempo decidió fijar su
residencia en el suburbio madrileño, a pesar de las duras críticas tanto de su
familia como de la jerarquía eclesiástica. Desde allí inició una profunda labor
social, encaminada a reivindicar la mejora de la calidad de vida de los más
desfavorecidos. En aquellos años logró acercar la Iglesia a los trabajadores;
luchó junto a ellos por mantener sus derechos, y fue famoso su enfrentamiento
con la Guardia Civil para impedir el derribo de
una chabola.
Llegó a negarse a recibir al mismísimo
General Franco. Repartió alimentos entre los más necesitados, creó una comuna
de trabajadores, y, en suma, desarrolló una intensísima labor social que le
procuró no pocos enemigos entre la jerarquía gobernante, tanto eclesiástica
como política.
Tras la muerte del general Franco y el
fin de la dictadura, la labor del Padre Llanos cobró más pujanza si cabe, ya
que el nuevo régimen político de España le
permitía una absoluta libertad de movimientos. En mayo de 1977, en el primer
mitin del recién legalizado Partido Comunista de España, escandalizó a España
entera, levantando el puño, junto a Santiago Carrillo. Capítulo aparte
precisaría su amistad con Dolores Ibárruri, la temida atea “pasionaria”, a
quien nos cuenta que confesó y llevó la comunión antes de morir, en 1989. El P.
Llanos falleció en 1992,
tres años después, en la enfermería de Alcalá de Henares.
A pesar de ser un jesuita tan
importante, conflictivo y famoso, es fácil que sea desconocido para la mayoría
de vosotros -¡sois demasiado jóvenes!-; por lo cual, os invito efusivamente a
ir el próximo miércoles 5, a la presentación del libro de Lamet sobre la
interesante vida de nuestro querido y contradictorio Padre Llanos.